Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2014
Quédate y ya veremos. Cómo me gustaría poder decirte que no.

Hostil.

Que te lastimé, sí. Como nadie, quizá. Que te acaricié y te tiré varias veces, sí. Bien, merezco que seas un mamón, supongo. Ojalá un día vuelvas, entero, y me encuentres entera. Tu lugar sigue intacto.

Cuatro piernas.

¿Puedo decir algo? No puedo intervenir en las decisiones de los demás. No puedo evitar que pasen cosas que inevitablemente interfieren con la vida de los demás. No puedo hacer como que no soy humana. Como humana que soy lo acepto, estoy enamorada. No de una forma normal, no de una forma típica, mejor dicho. Me enamoré de un hombre que no me ama, no es un error fue un error la forma en la que traté al hombre que me dió amor antes de que él entrara en mi vida mera inmadurez y miedo. Ahora lidio con su indecisión, cucharada de mi propia medicina. Como dice la canción, quizá lo merezco, pero no lo quiero, (ese camino). No prometo no insistir, aunque mi dignidad (que se supone debo amar más que a él), esté en juego. Aunque pisotee mi alma, mi espíritu ya estaba roto, lo voy pegando, día con día, mes con mes, año con año. Él no me valora, ¿y?, ¿eso me hace amarlo menos? No ha funcionado, no lo amo menos, lo amo cada día con más fuerza, pero menos aferramiento. Se fue y