Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2011
Cómo se logra sentirse así de mal por algo que parece ser tan vano? Cómo puede atravesar éste muro, ésta piel de elefante, éste corazón que lucha por ser impenetrable? Cómo puede vivirse tan seguro de uno mismo y llega un ave, un simple rostro castaño de cuervo llega a sacar un ojo. Cómo se puede vivir dentro de ésta piel, cómo se puede lidiar la cotidianeidad siendo yo? Yo, yo, yo. Qué egoísta. ¿Porqué no puedo ser otra persona? ¿Cómo puedo lograr amarme a mi misma si soy como soy? Siempre decepciono a las personas. Siempre hago sentir mal. Siempre lastimo a quien más quiero. ¿Cómo puede el oxígeno atreverse a acercarse a mi nariz, sabiendo que será inhalado y destruido dentro de un ser tan podrido? El caminar, el crujir del suelo ya me duele, me duele pues lo compadezco, lidia conmigo, mis zapatos, lidian conmigo día a día, mi sangre, me recorre, el veneno. Soy un veneno.

Pasaba.

Ésa gente que pasa me pesa. Me pesa su alma, su pesar, su andar conforme en la vida. Pero quién soy yo para concluirlo? Sencillo, los veo igual que yo, caminando, indiferentes, sin voltearse a ver o viéndose las ropas, sin sonreír, sin disfrutar, apurados o tranquilos pero siempre de paso. ¿Porqué? ¿Porqué siempre estamos de paso?
Si yo confesara cada cosa que sé y por mi propio bien nunca dije, digo, ni diré, quizás ellos entenderían las razones por las cuales terminan las cosas. Es un último suspiro que me queda a mi propia consolación (?), he encontrado partes de mi escondidas y perdidas dentro de un ajeno corazón, con charlas banales y circunstanciales vienen a mi y me doy cuenta que soy un juguete roto. Quiero amar y reír, quiero disfrutar mi soledad igual que disfruto un buen corazón que comparte conmigo sus verdades, y desgraciadamente sus mentiras. Maldita sea. Hay alguien a quien realmente pertenezcas? O uno lo va haciendo a lo largo de los años? Soy acaso un trozo de carne que vino a dar lecciones y luego retirarse? Hay algo en lo que acaso sirva de... algo? Quiero merecer, y no merezco nada, ni tú, ni nadie. Será él? Será él, acaso? quiero que sea él.
¿Te acuerdas? Dime, ¿te acuerdas? Cuando me querías, y yo te quería, cuando los mundos eran perfectos, con sus nubes que se iban fácilmente. Cuando te cambié por un estúpido ideal. Cuando de vapor hacía mis castillos y te incluía en ellos. Cuando rompimos lazos y los convertimos en miradas, cuando nos atrevimos a voltear a otro lado. Cuando escapamos, uno del otro, contra nuestra voluntad, por razones fatalistas. Cuando ya no nos conocíamos después de respirar juntos los mismos aires. Cuando un día luego de mucho tiempo nos encontramos. Nos confundimos. Nos alejamos. Cuando un día luego de mucho tiempo nos volvimos a encontrar. Y estábamos sanos. Y pudimos sonreír y desearnos sanos pensamientos. Cuando aprendimos a hablar y construir otro tipo de nosotros. Cuando tú conociste y yo conocí. Cuando tu lloraste y en mi hombro te apoyaste. Cuando yo lloré y en tu hombro me apoyé. Fuiste, eres y serás una buena parte de mi vida. No habrá otra historia como la tuya, pero espero que nuestros b