Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2011

Ronrronear.

He sentido lo que es flotar. Literalmente; pues en mis sueños es muy común que en lugar de caminar o volar, floto. Me gusta flotar y me disgusta flotar por exactamente la misma razón. No tengo control sobre mi flotamiento, solo me dejo llevar por la corriente, no tengo que preocuparme de dónde vengo o a dónde voy, si choco no pasa nada, no duele, no agrada, da lo mismo. Hoy, despierta, floté varios momentos en el día. No era bueno ni malo, solo era. Fué extraño, reconfortante y decepcionante a la vez. Sabes que es lo que se siente no saber qué sentir? Es como si mi razón superara mi corazón y lo manutviera callado, domado, así como en espera, así como si mi corazón fuese un perro que recién acaban de regañar y se queda así, pasmado, sin ladrar, sin llorar, solo sumiso, en espera de lo siguiente. Ni frío ni caliente, tibio. No quisiera ser la causante de tanta agua salina proveniente de sus redondos ojos. Quisiera ser nada, pero sé que muchas veces quisiera ser todo, único, insignifican
Ven, aire fresco, mis pulmones danzan mientras están en espera. Yo sé que tienes un sexto sentido.

Mátenme cerca.

Es el último hilo que me mantiene unida a la complicada existencia de la nación social. Al fin y al cabo es cierto, no? Es la vida de uno, tuya, toda tuya. Y qué pasa con aquella lección aprendida: Son los demás los que te provocan emociones, entonces son los demás tu razón, tu prioridad. Tú eres sólo un manifestante de las provocaciones de los demás. Vaya, las cosas cambian. O quizás no, quizás no cambian y uno es quien las retuerce. Uno forja su propia definición de madurez. Y la verdad es que la pequeña que llevo adentro sólo quiere un abrazo y unos minutos callada. La grandota se esfuerza por no escucharla y dar un paso adelante, pero duele, es menos fácil. Tengo que ponerme mis botas, las mías, y seguir caminando. Como justo hoy lo estuve pensando; ningún lugar es tan cómodo como para ser eterno, y yo soy tan nómada como siempre. Siempre y cuando me mantenga pensando en mí misma como mi prioridad... Ahí estaré, lo confieso, ahí estaré; esperando ese detonante. Para que me lleve a

Y yo que no quería ser la hipócrita.

A veces no coinciden mis acciones con la historia. ¿De qué forma se puede vivir con el entorno social con el que no estás de acuerdo? Con hipocrecía, claro. ¿Me estoy rindiendo ante ella? Me estoy declarando culpable e inocente. Dos conceptos que no rigen demasiado en mi bienestar. Pero hoy me siento diferente. Hoy me siento hipócrita.
Es gracioso como un ser natural tiene, dentro de su naturaleza, el empeño por obstaculizar la naturaleza de la expresión de las emociones. Es como un pez que necesita del agua pero se resiste a respirarla, tarde o temprano morirá ahogado por sus propias decisiones. Es absurdo.