Ni amanezcas

Al mismo tiempo que de tí, fuí sucumbiendo en pensamientos, estallos, vislumbrando un venir que no duraría mas que un abrir y cerrar de ojos, al lodo brinqué.

Me fuí atando a tus ires y venires, al dolor del sueño.
El dolor de gustar por las horas altas.
El abrazo nocturno, la noche siempre esclava de palabras,
de suspiros de desesperación.


Hoy ya no puedo, no tengo el derecho de desesperarme.
Y pareciera que tengo la obligación de llorar.
Por un amor imposible,
imposibilitado moral y socialmente.

Con que cara,
llena de ojeras y una sonrisa.
Se puede enfrentar un mundo así con esta reacción?
Con la autodestrucción que me hace sincera y plenamente feliz?

Que no me deja dejar de ser yo,
soy yo, quien soy,
y si duele, es porque vale la pena.

Si, me enamoré
... de las madrugadas.

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