Keep walking.

Como han pasado los años.
Hoy te recordé, abuela, aunque ya no existas en cuerpo, hoy recordé lo que nunca fuiste para mí pero si lo fuiste para otros nietos e hijos.
Me sorprende tu fé en dios y en la bondad del hombre...

Me sorprende que hayas sido tan fuerte y a la vez tan débil,
me sorprende la lástima y ternura que me causaste tantas veces.
Me sorprende el miedo que tengo a ser anciana,
emocionalmente, por lo que veo, somos parecidas,
y a la vez tan distintas.

Compañeras del mismo dolor, la hija menor de tu hijo mayor...
Siento un enorme nudo en la garganta y no puedo identificar la razón
(me gusta identificar las razones de mis llantos o sonrisas para comprenderlas y alimentarlas o eliminarlas)

Hoy tengo ganas de estar en mi cuarto de aquella vieja casa, envolverme en aquel cobertor azul con ositos y dormir llorando, como antes lo hacía.

Tengo ganas de ya dejar de ser tan fuerte y a la vez, dejar de ser tan debil.
A través del tiempo sospecho que el viento llega y me acaricia no por casualidad.
Talvéz no crea en dios, es cierto, pero a veces el viento me hace recordar que tengo un alma, o algo así.

Un abrazo a todo el dolor familiar que todos sabemos y a la vez lo negamos.
Un abrazo a papá, mamá, abuelos fallecidos y abuela, tíos, tías, tantas personas seguramente interesantes que nunca en mi vida habré de conocer.

Comentarios

Tania V. dijo…
simplemente hermoso!!
no sabia k seguias escribiendo aki ^-^

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