¿Te acuerdas? Dime, ¿te acuerdas?
Cuando me querías, y yo te quería, cuando los mundos eran perfectos, con sus nubes que se iban fácilmente.
Cuando te cambié por un estúpido ideal.
Cuando de vapor hacía mis castillos y te incluía en ellos.
Cuando rompimos lazos y los convertimos en miradas, cuando nos atrevimos a voltear a otro lado.
Cuando escapamos, uno del otro, contra nuestra voluntad, por razones fatalistas.
Cuando ya no nos conocíamos después de respirar juntos los mismos aires.
Cuando un día luego de mucho tiempo nos encontramos.
Nos confundimos.
Nos alejamos.
Cuando un día luego de mucho tiempo nos volvimos a encontrar.
Y estábamos sanos.
Y pudimos sonreír y desearnos sanos pensamientos.
Cuando aprendimos a hablar y construir otro tipo de nosotros.
Cuando tú conociste y yo conocí.
Cuando tu lloraste y en mi hombro te apoyaste.
Cuando yo lloré y en tu hombro me apoyé.
Fuiste, eres y serás una buena parte de mi vida.
No habrá otra historia como la tuya, pero espero que nuestros buenos términos se repitan, con otras personas, que duelen en el recuerdo.
Fé en que él terminará con bien.

Hay alguien más, alguien que promete ser importante, cruzo dedos, pues ya no tengo ánimos de caerme.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Nervios de punta redonda

A lo Johnnie Walker.

Ya te leí