Ausencia de luz

Es que, sinceramente.
No quiero hacer cosas.
No quiero confiar, triunfar, concebir.
Lo mío no es existir.
No se me da.
Tampoco tengo mucho que dar al mundo, la verdad.
Soy buena para encontrarle lo negativo a todo. ¡Viva!

Si lo profesionalizo, me hundo.
Y desde acá abajo hago lo que puedo para sobrevivir.
Pero esta sonrisa no es lo mío.

Encontré un rincón oscuro para esconderme.
Un rincón hermoso,
con sombras tenues y desastrosas.
También con oscuridad plena.

Encontré un espejo.
Y me vi.
Y no soy yo.
No es lo que yo quería.

No se parece.

No soy yo.
Pero soy yo.
No soy luz.
Soy sombra.

Soy nada.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ya te leí

Nervios de punta redonda

A lo Johnnie Walker.