Entradas

Ereser

Adiós al síndrome de rescatista. Te perteneces tú y solo tú. Tu vida y tus decisiones. Tus emociones y tu tiempo. Tu interés y tu desinterés. Puedes pretender cuanto quieras, no te engañas ni a ti mismo. La soledad es la mejor compañía, es lo más íntimo y sensato. Lo más fructífero. El amor es fugaz, y no existe si no es mutuo. De ti a ti. De ti al otro. Nada más. Eres lo que ves. Soy lo que amo, admiro y reprocho de ti.

Literal

Paseas en mi mente, no explotas y desarmas lo armado, no llegas a imponer o distraer. Tengo mis planes y embonan con tu presencia. A veces. Eres un vapor, un vapor que envuelve lo existente y la ilusión, sin querer sonar muy moderna y sin poder evitarlo, eres un amor consciente. Las señales no gritan, no se ocultan, están. Existen. Como tú, trabajando a metro y medio de mi, en tu mundo, tus cosas, tus pensamientos. Eres tuyo y te perteneces. Soy tu audiencia, sin perderme. ¡Eres real! ¡Estás a un metro y medio de mi, literal, palpable! Ah, pero no es fácil, no con esto quiero decir que es sencillo deshacerme de mis patrones codependientes, que quieren explotar su potencial con una pareja, que buscan andar en bicicleta, viajar por el mundo, comer sano, tener proyectos, todo en pareja. No es fácil enfrentar esas verdades sola, pero contigo. No sé si estoy contigo, sé que estoy conmigo, y tú contigo, no entiendo mucho, no sé en qué punto estoy justificándome, o justificánd...

A ese que bien conozco, que sólo cambia de nombre.

Imagen
A ése que bien conozco, que sólo cambia de nombre. A ése que no está listo o no quiere amarme; No vine a este mundo a convencerle de lo maravillosa que soy, de hecho, aún sin saberle muy bien el nombre, estoy convencida de que no he hecho más que llenarle los bolsillos de dudas con mi manera tan repelente y voluble de ser. No vine a medirme a este mundo donde no te dejan ser tú. A medir mis chistes, a medir mis ganas, a medir mis pensamientos porque no congenian, a esperarle y quererle porque «no hay de otra». Yo no sé qué tiene usted que hoy me guste, pero si sé qué es lo que tiene usted que le disgusta o le asusta o le da pereza o le aleja o lo repele: a mi. No se preocupe, no me tendrá por mucho tiempo, gracias a usted. Usted no es el primero que pasa por mis sábanas y me hace desearle y pedirle sin palabras que se quede. Usted es uno de varios que no puede conmigo. Porque soy mucho de ésto, mucho de lo otro, demasiado algo. Y usted no busca lo mismo. Porque, por más que...

Esos ojos de loco

Hay mucho aquí que no quiero perder. Las compatibilidades son inmensas, las probabilidades de encontrarnos eran mínimas. Las incompatibilidades son infierno. Tan intenso que no estoy segura de poderlo manejar. Tan constructivo y tan destructivo. El misterio de tus momentos. Tu individualidad que me atrae y me repele. El sedante que me inspira. Sólo permitiendo que me destruyas es como puedo lograr ser buena en algo. Me fascinas.

Yin yang

¿Cómo llegué aquí? Ya  tengo casi dos años viviendo en el Caribe, hace dos fines de semana estuve en Tulum, Quintana Roo, en una especie de cabaña, un rush increíble me quitó cobijas, suéteres, ligas, ataduras, me sacó al frío intenso que había en la terraza, y no pude más que abrir los brazos y llorar: ¡GRACIAS, VIDA! Haya o no un precedente, estas sensaciones son increíbles. Vine con la misión de amarme, y me amo incondicionalmente, aunque mi autoestima no presuma de un buen estándar, abrazo mis heridas, el autoflagelo, vivir en mi cabeza no me ha sido fácil. Tener la certeza de que siempre me acompaño. Nunca estoy sola. Soy mi mejor amiga. Soy el amor de mi vida. Gracias por no matarme. Haré que la energía que salga de mi cuerpo cuando éste muera, sea la más intensa y la más serena. Todo al mismo tiempo, que esté viva, aunque la carne muera. Estoy viviendo una depresión distinta, supongo que es felicidad. Sí combinan. Me pertenezco.

Sin título 99999

Estas paredes son distintas. No me dan claustrofobia, la gente aquí vale. La gente aquí tiene sueños. La gente aquí los cumple o los soporta. ¿Y yo? Aquí. Soy libre porque pienso.

Nervios de punta redonda

En la misión eterna de amarme. Más sola que nunca y más sabia. ¡Me acepto! ¡Me quiero! Las ganas de escapar, de cambiar, de correr como una loca que soy, no se me van ni se me irán, porque así soy. Estabilidad dentro de lo temporal. Qué bonito. Qué bonito es estar llena de ronchas, gracias vida, por dejarme vivirte.