A tí.
A ti te pido perdón por haberte fallado. Pero esta vez no fallé, porque yo no sabía que seguías en mi camino. Yo no sabía que de alguna manera me seguías esperando. Aún no lo sé, no sé si ahí seguías, no sé si seguías con la esperanza de volver a tomar mi mano y yo la tuya, no sé si seguías recordando el sueño que una vez construimos juntos. No lo sabía, pensé que ya habías renunciado. Sobre tí puedo decir eso. Sobre nosotros puedo decir que ambos intentamos y ambos nos equivocamos. Porque leyendo al pasado pude recordar que no eres Dios y que tú también fallaste, pero fue hace tanto. Seguramente ya no eres el mismo niño inocente que conocí, el coqueto pero que no hacía nada, el chipilón que me desesperaba pero tanto me gustaba. El niño que vi como poco a poco se convertía en lo que creo que eres. Creo, porque ya no te conozco. Sobre mí puedo decir mucho. No esperaba que fuésemos amigos, no esperaba que siguieses conmigo dentro de tí, pensé, que, como mis anteriores historias...